Descubre la fascinante historia detrás del árbol de Navidad del Rockefeller Center, un símbolo icónico de la temporada festiva.
En el centro de Nueva York, encontrarás el Rockefeller Center se ilumina cada año con uno de los símbolos navideños más icónicos del mundo: su majestuoso árbol de Navidad. Este imponente árbol no solo representa el espíritu festivo, sino que también guarda una historia rica en tradiciones, cultura y momentos históricos. Desde su humilde comienzo hasta convertirse en un espectáculo mundialmente famoso, el árbol del Rockefeller Center es mucho más que una decoración navideña; es un reflejo del espíritu de la temporada y de la ciudad que nunca duerme.
La tradición comenzó en 1931, en los oscuros días de la Gran Depresión. En ese entonces, un grupo de trabajadores de la construcción que laboraban en la construcción del Rockefeller Center decidió levantar un árbol de Navidad como símbolo de esperanza. Aquella primera versión del árbol fue modesta: un árbol de unos 6 metros, decorado con simples guirnaldas hechas a mano y latas recicladas. Aunque carecía de la ostentosidad que hoy lo caracteriza, este gesto marcó el inicio de una tradición que perduraría por décadas. En 1933, el Rockefeller Center oficializó la ceremonia de encendido del árbol, atrayendo cada vez más atención. Este evento rápidamente se convirtió en un faro de alegría para los neoyorquinos y visitantes, uniendo a miles de personas en torno a la magia de la Navidad.
Cada año, la selección del árbol es un proceso meticuloso. Un equipo de horticultores y expertos en paisajismo recorre los Estados Unidos en busca del árbol perfecto. Generalmente, se elige un árbol de Noruega, que se caracteriza por su tamaño imponente, simetría y resistencia al clima invernal. El árbol suele medir entre 20 y 25 metros de altura y puede pesar hasta 13 toneladas. El proceso no termina con la selección. Una vez elegido, el árbol es transportado con sumo cuidado a Nueva York, donde se erige en la Plaza del Rockefeller Center. Se decora con más de 50,000 luces LED de bajo consumo y una deslumbrante estrella de cristal Swarovski que pesa más de 400 kilos, una adición introducida en 2004 que simboliza la perfección del diseño moderno.
La ceremonia de encendido del árbol, conocida como "The Rockefeller Center Christmas Tree Lighting," se ha convertido en un evento global. Desde la década de 1950, ha sido transmitida por televisión, alcanzando a millones de espectadores en todo el mundo. Artistas de renombre participan en este espectáculo con actuaciones en vivo que dan inicio oficial a la temporada navideña en Nueva York. Por otro lado, el árbol permanece encendido hasta principios de enero, atrayendo a turistas de todas partes que se maravillan ante su magnificencia. Más allá de ser una atracción turística, representa un punto de encuentro cultural que une a personas de diversas nacionalidades, religiones y tradiciones en un solo espíritu de celebración.
En los últimos años, el Rockefeller Center ha adoptado un enfoque más sostenible respecto al árbol de Navidad. Después de las festividades, la madera del árbol es reciclada y donada a organizaciones benéficas, como Habitat for Humanity, que la utiliza para construir viviendas. De esta manera, el árbol continúa transmitiendo esperanza y alegría incluso después de su encendido final. Este gesto de sostenibilidad no solo refuerza la relevancia del árbol en términos de celebración, sino que también subraya un compromiso con el cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social.
Más allá de su impresionante tamaño y decoración, el árbol del Rockefeller Center es un símbolo de resiliencia, unión y esperanza. Ha iluminado inviernos oscuros durante guerras, crisis económicas y pandemias, sirviendo como un recordatorio de la capacidad del ser humano para encontrar luz en medio de la adversidad.
El árbol del Rockefeller Center ha dejado una huella imborrable en la cultura popular, apareciendo en numerosas películas, series de televisión y canciones. Películas clásicas como "Mi pobre angelito 2" y "Elf" lo han inmortalizado como un emblema de la Navidad en Nueva York, mientras que incontables postales y fotografías lo han convertido en un ícono reconocido globalmente. El árbol de Navidad del Rockefeller Center es mucho más que una tradición neoyorquina; es un símbolo universal del espíritu navideño. Su historia, que comenzó como un acto de esperanza en tiempos difíciles, continúa iluminando los corazones de millones de personas año tras año. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la luz siempre encuentra su camino, especialmente en navidad.